Hiperactividad: Estudio de base comunitaria de 20 años de seguimiento

Se considera que el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) perdura a lo largo de la vida; pero hay mayor necesidad de estudios epidemiológicos prospectivos (de seguimiento), por ejemplo de niños hiperactivos no tratados; conocer si los niños que tienen comportamiento hiperactivo, aun sin cumplir los criterios de TDAH,  están también en riesgo de hacer problemas de salud mental en su vida posterior; así como mayores  estudios sobre déficits en la vida adulta de quienes fueron hiperactivos en la niñez, aunque hay estudios que ya dan cuenta de funcionamiento académico pobre, bajo compromiso con la educación, dificultades con el sistema de justicia y comportamientos de riesgo, sobre todo en la conducción de vehículos. Siendo las relaciones sociales factor determinante de calidad de vida; se ha encontrado también que los adultos con TDAH tienen pobre ajuste marital y familiar, mayor incidencia de separación y divorcio; quienes fueron hiperactivos en la infancia tienen menos amigos cercanos y reportan más problemas con el mantenimiento de amigos; un estudio encuentra que la hiperactividad infantil es un factor de riesgo de adaptación en el período de 7 a 17 años.

El presente estudio, examina si la persistencia de la hiperactividad en la adultez se asocia con inadecuación de las relaciones familiares, de amistad, y de inadaptación en la vida cotidiana. Para ello, se seleccionó a 40 niños que habían mostrado hiperactividad penetrante y 25 sin tales problemas cuando tuvieron entre 6 a 7 años; en base al objetivo del presente estudio, se les evaluó cuando tuvieron entre 26 y 27 años, o sea 20 años después, utilizando entrevistas detalladas y autoinformes. Se descartó a hijos de inmigrantes de primera generación.

Los autores encuentran que el TDAH en la edad adulta se asocia con problemas en las relaciones íntimas y habilidades de negociación, pero esas relaciones sociales insatisfactorias no se encuentran en quienes dejaron de presentar TDAH. El comportamiento antisocial no influyó en la asociación.

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